Erase que se era un blog de muñecas que tenía unos cuantos años de vida, bastantes seguidores e ¡incluso! algunos premios otorgados por la gran generosidad de quienes solían seguirlo.
Un blog sobre la afición recuperada a jugar con muñecas y sobre todo a vestirlas y diseñarles ropa y a admirar y compartir las creaciones de otras aficionadas generalmente más talentosas que yo, que me hacian pasar muy buenos ratos con su creatividad y buen humor. Un blog llamado "Muñecas a los cuarenta" aludiendo a la edad en la que se despertó de nuevo ese espíritu
Pero hete aquí que la bloguera inquieta que soy, queriendo sumar, restó, queriendo hacer, deshizo, queriendo mejorar, empeoró, y por no admitir mis limitaciones en cuanto a esto de la informática, al final me cargué el blog en el que había invertido bastante tiempo y esfuerzo, y el desánimo me pudo y pensé que ya nunca, nunca, volvería a tener un blog de muñecas.
Pero lo que son las cosas, que una bronquitis me ha obligado a estar confinada en casa este fin de semana, casi de reposo, dejándome cuidar, y entonces me digo que ésta es una buena ocasión para volver a iniciar un camino que me gustaba mucho, diseñar un nuevo blog para organizar as fotos que se salvaron del desastre y volver a compartir las horas que paso con mis muñecas, que ahora también son menos de las que fueron, pero que me siguen dando muy buenos ratos.
Y aquí estoy, con nuevo blog, mismo título, por eso de que la gente me reconozca y no se me despiste, y deseando traerme a mi nueva casa a tantas amigas con las que pasé tan buenos ratos.
Qué curioso... algo debe pasar a estas edades porque yo me lancé a sanar un trauma infantil muñequil, una pasión por los hogarines que mis padres no tuvieron a bien satisfacer y que he decidido satisfacer yo misma ahora que puedo :D
ResponderEliminarUn saludo!
Hola Laura, pues yo creo que la infancia es un poderoso recurso de buenas vibraciones en la edad adulta, y es fácil sucumbir a cualquier cosa que nos la recuerde. Y además cuando ya podemos darnos los caprichos nosotros mismos sin depender de la buena voluntad de los padres, a ver quien se resiste, jejeje...
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