Nunca tuve muebles originales de Nancy, pero mi padre me hizo una réplica del armario y chiffonier que eran una maravilla y superaban a los de verdad. Lamentablemente, no los conservo.
Cuando tuve a mi hija le pedí que le hiciera algunos muebles para sus muñecas, y le hizo un armario y una cama que no eran para una muñeca concreta, pero que con el tiempo y al empezar a coleccionar Leslys, he visto que eran del tamaño perfecto para ellas.
Así que con el mobiliario de mi padre y alguna pieza más de aquí y allí le he montado a mis Leslys un dormitorio la mar de chulo. Ellas están encantadas.
Claro que no todas viven ese espacio de la misma manera. Irati es muy ordenada y lo primero que hace después de desayunar es arreglar la cama. Además, sabe que la ropa de la cama nos la hizo mi tía L, una hermana dependiente de mi madre que siempre vivió con nosotros y que ya no está, así que esa mantita tiene mucho significado sentimental.
Pero Valeria es menos cuidadosa y para ella no hay mayor placer que leer en la cama, y ante la mirada de reproche de Irati, allí que se sube a leer cuentos.
Irati sigue ordena que te ordena, recogiendo juguetes, colocando cajones...
Lucía también se ha instalado en el suelo de la habitación a jugar con sus Baby Born. A ella lo que le gusta más en la vida es jugar a las mamás.
Irati va a ordenar el armario, y las otras dos siguen a lo suyo.
Al final se sienten culpables y empiezan a recoger juguetes, Lucía guarda las muñecas, Valeria deja de leer y empieza a ayudar...
Y es que en vacaciones hay que relajarse un poco, ¿no?