HERMANA MAYOR

Lily admira mucho a su hermana, siempre quiere parecerse a ella, que además de guapa es lista y tiene un estilazo para vestirse que ya quisieran muchas top-models. No puede esperar a ser mayor para poder vestirse con los modelos que su hermana tiene para esperar al principe o ir a un coctel o a la ópera, pero afortunadamente, también hay marcas que tienen diseños iguales tanto para niñas como para chicas mayores.

 

Así, mientras esperan a crecer, las peques se sienten menos infantiles.

¡Pero no tanta prisa, que la infancia también hay que vivirla a tope! Eso le dice siempre su madre.

Nancy sabe que los años de juegos y escuela hay que disfrutarlos, con lo rápido que pasan, y que con la adolescencia y los estudios superiores empiezan a venir las responsabilidades, pero que es normal tener prisa por crecer, así que le gusta vestirse igual que su hermana menor, para que se sienta identificada. Ella sabe que es un buen ejemplo para Lily.

Y pese a que la pequeña quiere ir todo el día enseñando esa preciosa blusa de La biblioteca Silvestre, la convence para ponerse una chaqueta en el mismo tono, obra de su madre, para los primeros fríos del otoño. Ella también hace lo mismo, que además se ve muy favorecida.

Lily accede, le cuesta menos hacer caso a su hermana que a su madre. Si mamá le mandara ponerse la chaqueta posiblemente se haría un poco la rebelde.

Un poco, tampoco mucho, que Lily es en definitiva una buena niña. O muñeca.

Porque la aspiración más secreta de Lily es hacerse mayor para convertirse en una Nancy ¿Lo conseguirá?